
La mayoría de madres y polluelos de la colonia de Hinojos han fallecido al ser selladas concienzudamente las salidas de sus cuevas-nido.
Efectivos del SEPRONA se han esforzado, pala en mano, en intentar salvar a alguna de las aves, pero la profundidad de los nidos ha dificultado el objetivo.
Viernes, 20 de junio de 2025. La tragedia destructiva que acompaña al entorno del Parque Nacional no solo se está centrando en los incendios forestales, como el que se están combatiendo en el término de Almonte. A lo largo de la mañana del jueves, 19 de junio la Guardia Civil recibía una llamada que alertaba de la destrucción, por sellado de nidos, en una de las zonas de nidificación de abejaruco- merops apiaster- más relevantes de Doñana. Una patrulla de control móvil de la Asociación “El Burrito Feliz” había detectado la destrucción de dicha colonia situada en las lindes de la denominada Vereda Hinojos-La Palma.

Cuando llegaron a la zona, los agentes del SEPRONA resultaron sorprendidos por la magnitud del destrozo medioambiental, y es que casi 35 nidos de esta ave protegida y de bellísimo plumaje habían sido selladas durante la noche, de forma planificada, con piedras y argamasa de barro. Un desastre ecológico llevado a cabo, necesariamente, por más de una persona y en el que se utilizaron materiales y agua desplazados a la zona.
Los agentes, a pesar de las altas temperaturas que reinaban a esas horas, intentaron, usando palas, al menos salvar alguna de las aves sepultadas. Pero lo profundo de las cavidades, que pueden alcanzar el metro, y las piedras que sellaban los túneles hicieron imposible ese objetivo.
Una muerte terrible por sofocacion y asfixia para los polluelos
Durante la noche los abejarucos, tanto el macho como la hembra, se turnan para incubar los huevos, motivo por el cual el taponar las salidas en estas horas no solo destruye a las crías, sino que también elimina a los progenitores y se evitan nuevas nidadas. Una muerte horrible por sofocación y asfixia que, según EBF-Doñana podría haber acabado con más de un centenar de aves, ya que normalmente en cada nido salen adelante de seis a ocho pollos. Es decir: ha sido destruida casi la totalidad de una de las colonias de abejaruco más reconocidas de la zona. Tanto es así, que el año pasado la empresa TRAGSA, durante las labores de mejora en el pavimento de la vía, llego a establecer un protocolo de protección a estos nidos para evitarles cualquier daño o alteración. Acción que fue felicitada por Instituciones y los propios ecologistas.
El año 2025 este resultando especialmente trágico para este entorno de Hinojos, una zona que comprende la reserva protegida del Arroyo Algarve. EBF-Doñana informa de que -prácticamente- también ha desaparecido la colonia de chotacabras en solo dos temporadas. Una colonia de estas interesantes aves nocturnas, que contaban con 26 parejas reproductoras en esa demarcación, y de las cuales solo han podido controlar la presencia de una pareja reproductora en el presente año.
La colonia de chotacabras – caprimulgus ruficollis-, que sumaba mas de 30 parejas reproductoras, tambien ha desaparecido tras el uso masivo de glisofatos en la zona
Los ecologistas de EBF venían avisando de que la destrucción sistemática, e ilegal, del bosque protegido del Arroyo, con el objetivo de conseguir biomasa para calderas, así como del uso masivo de herbicidas y glifosato en las márgenes de la vereda, resultaba insostenible para este ecosistema. Presagiaban que este cúmulo de despropósitos acabaría con los chotacabras que, desde hace décadas, habían escogido el entorno para sacar adelante a sus crías tras su migración desde África.
EBF-Doñana va a intensificar la vigilancia sobre los nidos de abejaruco que han resultado indemnes, y van a solicitar a la Consejería de Medio Ambiente de La Junta de Andalucía que les dote de más atribuciones para poder llevar a cabo su plan de control y seguimiento del Arroyo Algarve, un paso natural de lince ibérico que precisa de un plan de regeneración urgente.
FUENTE: EBF-Doñana
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