
La descoordinación entre Subdelegación del Gobierno, la Junta de Andalucía y las organizaciones empresariales dificulta la asistencia sanitaria a la temporeras del programa Gecco.
Anomalías en los llamamientos dejan en Marruecos a decenas de trabajadoras con contrato fijo.
Las trabajadoras siguen sin disponer de una copia del contrato suscrito en origen, según lo establecido en la normativa ministerial.
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Miércoles, 5 de febrero de 2025. Apenas iniciada la nueva campaña de frutos rojos en Huelva, comienzan a aflorar las primeras vulneraciones de derechos entre las trabajadoras contratadas en origen. Entre los problemas detectados, se encuentran la denegación de asistencia sanitaria, la exclusión arbitraria en los llamamientos, la mala gestión de los contratos y la pérdida del derecho a ser contratadas por incumplimientos administrativos y empresariales.
El acceso a la sanidad pública en España tiene carácter universal, pero en la práctica, muchas temporeras GECCO se enfrentan a trabas para recibir asistencia. Según ha podido constatar La Mar de Onuba, la negativa de atención se debe a varios factores, como la falta de validación en el sistema informático del Servicio Andaluz de Salud (SAS) a la llegada de las temporeras a España y otros errores administrativos que impiden la asignación de citas, o la negativa de personal de los centros de salud a considerar como urgencia consultas solicitadas por trabajadoras enfermas sin la presencia de responsables empresariales o mediadores. En lugar de una tarjeta sanitaria física, las trabajadoras son dadas de alta en el sistema sanitario solo por el tiempo que dura su contrato, un proceso que debería ser automático y garantizar su atención sin trabas. Sin embargo, en múltiples casos documentados, este procedimiento no se lleva a cabo correctamente, dejando a las trabajadoras en una situación de indefensión ante necesidades médicas. Además, la falta de una tarjeta física, dotada de chip electrónico, dificulta en muchas farmacias el acceso a los medicamentos prescritos.
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Uno de los casos documentados corresponde a una trabajadora de la empresa Vélez y Gómez SL, asociada a la patronal Freshuelva, quien ha visto recientemente cómo se le denegaba asistencia sanitaria de urgencia para una infección dolosa que estaba sufriendo. La trabajadora lleva en Huelva, alojada por la empresa, desde el pasado 16 de enero, pero llegada, alojamiento e incorporación a la empresa no fue notificada al SAS, al menos, hasta el 21 de enero, y la validación en el sistema informático no se produjo hasta el 28 de enero. Durante más de diez días, la trabajadora afectada y sus compañeras de contingente permanecieron sin poder acceder a asistencia sanitaria efectiva debido a la demora en la notificación de los listados de contratación. Esta falta de coordinación entre administraciones y empresas continúa exponiendo a las temporeras a riesgos innecesarios para su salud.
Gestión errónea de la nueva normativa Gecco
Otro problema grave detectado recientemente es la pérdida del derecho de las trabajadoras GECCO a ser contratadas a causa de incumplimientos, no necesariamente malintencionados, de la nueva normativa por parte de las empresas contratantes. Según ha podido constatar La Mar de Onuba, algunas empresas han realizado llamamientos irregulares a temporeras fuera del marco legal, haciéndoles regresar a España en un mismo año para trabajar en diferentes periodos de la campaña, como la plantación de frutos rojos. Sin embargo, esto vulnera lo estipulado en el artículo 7.5 de la Orden GECCO, que limita el tránsito de las trabajadoras a una única entrada y salida del país en un mismo año. El incumplimiento de esta condición tiene como consecuencia la eliminación automática de las trabajadoras del sistema GECCO, perdiendo la posibilidad de ser contratadas en futuras campañas. Las trabajadoras afectadas, que disponen de la Tarjeta de Identificación de Extranjeros (TIE) válida por cuatro años que ha sustituido al visado anual, no han sido informadas sobre esta restricción en lo que se refiere al programa Gecco.
También se repiten denuncias sobre la exclusión arbitraria de trabajadoras fijas discontinuas en el proceso de llamamiento para la nueva temporada. Un ejemplo es el de una trabajadora, también de la empresa Vélez y Gómez SL antes citada, con contrato fijo discontinuo desde el 19 de febrero de 2024 y que no ha sido convocada para la temporada 2025. Esta trabajadora se vio involucrada en un episodio que expuso públicamente algunas de las condiciones laborales que viven trabajadoras Gecco en en algunas empresas del sector onubense de los frutos rojos, que quedó recogido en el artículo Amaia bajo la lluvia o la lucha de las temporeras contra las «leyendas negras» de las fresas de Huelva (VER), publicado por La Mar de Onuba el 28 de marzo del año pasado. Según su testimonio, tras haberse solucionado a su favor aquel episodio, recibió amenazas verbales de que no sería llamada nuevamente por haberse hecho público su caso. Así ha sucedido. A efectos legales, estaríamos ante un despido improcedente, pero la capacidad de reclamar desde Marruecos es prácticamente nula para esta trabajadora, ya que el sistema Gecco de contrato en origen no ha previsto sistema de defensa para las trabajadoras ante situaciones como esta.
No es el único caso ni la única empresa. Estas alegan que los llamamientos se realizan a través de la agencia marroquí Anapec y que, en muchos casos, son las propias trabajadoras quienes no han respondido. Pero esta versión choca frontalmente con los testimonios directos de todas las personas afectadas de los que esta revista ha tenido conocimiento desde que comenzaron los llamamientos para la campaña de frutos rojos 2025, cuyas compañeras sí han sido notificadas y, en no pocos casos, ya se encuentran en Huelva.
Irregularidad “en origen”
Y a todos estos problemas se sigue sumando la falta de entrega de copias de los contratos formalizados en origen, un incumplimiento secular de las sucesivas órdenes ministeriales que regulan cada año la gestión colectiva de contrataciones en origen. La ausencia de este documento impide a las trabajadoras conocer con exactitud sus condiciones laborales y sus perspectivas económicas, dificulta cualquier reclamación posterior, sin que ninguna de las partes implicadas parezca tener interés en poner fin a esta práctica contraria a la normativa que, de facto, sitúa al 100 % de la “contratación en origen” en fraude de Ley. A ello se une la pérdida de trazabilidad de las trabajadoras Gecco por parte de las autoridades competentes, ya que, como ha reconocido en más de una ocasión el Gobierno de España a La Mar de Onuba en sus respuestas a consultas realizadas a través de Portal de Transparencia del Estado, en los contratos registrados en la oficinas del Servicio Estatal de Empleo (SEPE) no figura si las trabajadoras forman parte de los contingentes Gecco y hay que aplicarles la normativa y garantías específicas descritas en las correspondientes órdenes ministeriales.
Ausencia de garantías efectivas, falta de coordinación entre administraciones y una gestión empresarial opaca continúan dejando en situación de vulnerabilidad a miles de temporeras GECCO. Año tras año, las mismas prácticas -y ahora otras nuevas- se repiten sin que se implementen mecanismos de control que aseguren el cumplimiento de las condiciones pactadas en los procesos de contratación en origen.
NOTA: La Mar de Onuba ha tratado de obtener explicaciones de la Subdelegación de Gobierno en Huelva, responsable última de la gestión y coordinación del Programa Gecco en la provincia onubense, sobre las situaciones relatadas en este artículo. Pero, como viene siendo tónica habitual desde que la actual Subdelegada, María José Rico, sustituyó en el cargo a Manuela Parralo, no se ha recibido respuesta -ni acuse de recibo- por su parte.
El pasado lunes, 3 de febrero, se celebró en Tánger una reunión de coordinación entre los Ministerios de Inclusión Económica de Marruecos, ANAPEC, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, la Subdelegación del Gobierno en Huelva y representantes de las principales asociaciones agrícolas de la provincia. El encuentro tuvo como objetivo hacer balance de la campaña de 2024 y establecer estrategias conjuntas para la campaña de 2025, incluyendo la aplicación de la nueva Orden GECCO aprobada en diciembre de 2024.
Según los datos presentados, para la campaña de recogida de frutos rojos de 2025 se prevé la llegada a Huelva de aproximadamente 11.500 trabajadoras marroquíes con autorización de residencia temporal y trabajo por cuatro años, vigente desde el 1 de enero de 2024 hasta el 31 de diciembre de 2027. A fecha 29 de enero, ya se habían incorporado 2.998 trabajadoras. En las próximas semanas se sumarán a la campaña trabajadoras procedentes de Honduras, Ecuador y Colombia, quienes también cuentan con permisos de trabajo de larga duración concedidos en la temporada anterior.
Durante la reunión, se destacó la importancia de este modelo de migración circular y la necesidad de garantizar el cumplimiento de los contratos y condiciones laborales de las personas trabajadoras. En ese sentido, se recordó que los empresarios deben proporcionar alojamiento adecuado y asumir los costes de los desplazamientos de las trabajadoras a España. Además, se subrayó que las temporeras deberán regresar a sus países de origen una vez finalizado el período de contratación y acreditar dicho retorno en tiempo y forma.
La Subdelegada del Gobierno en Huelva, María José Rico Cabrera, defendió este marco de cooperación bilateral como clave para la estabilidad del sector agrícola en la provincia y agradeció la contribución de Marruecos en el desarrollo de la campaña agrícola. "Es fundamental alcanzar un equilibrio que permita el desarrollo de un sector que genera miles de empleos y que constituye uno de los pilares de la economía onubense", señaló.
Asimismo, la Dirección General de Gestión Migratoria ha autorizado la selección de nuevos trabajadores en países con los que España mantiene acuerdos migratorios, incluyendo por primera vez un proyecto piloto con Guatemala. Está previsto que en marzo se incorporen a la campaña los primeros contingentes seleccionados en diciembre y enero, sumando un total de 5.986 nuevos trabajadores procedentes de Marruecos (4.336), Colombia (500), Honduras (500), Ecuador (150) y Guatemala (500).
Por último, se anunció que próximamente se llevarán a cabo selecciones adicionales en Gambia, Mauritania y Senegal para un total de 350 trabajadores, con el objetivo de seguir consolidando el modelo de contratación en origen que ha caracterizado las campañas agrícolas de los últimos años.
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