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El emprendimiento migrante consolida su peso en la economía: récord de afiliación extranjera al RETA
Jueves, 8 de mayo de 2025. Cada cierto tiempo, desde instituciones, medios o discursos de campaña, se activa un viejo relato: el migrante como carga, amenaza o alguien que está aquí para quitar. No siempre se dice en voz alta, pero está presente. En matices, en omisiones, en los silencios… Lo que casi nunca aparece en esos discursos es lo más básico: los datos.
En marzo de 2025, el número de trabajadores autónomos extranjeros afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) alcanzó las 476.924 personas. Lo confirma el propio Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Son ya el 14 % del total de afiliaciones en este régimen, con un crecimiento interanual del 7,5 %. En el mismo periodo, el número de autónomos de nacionalidad española apenas creció un 0,05 %.
A esa realidad se suma otro dato igualmente contundente: el total de personas extranjeras afiliadas a la Seguridad Social ascendió a 2.976.074 en marzo, lo que equivale al 13,9 % del total. Este colectivo explica más del 41 % del empleo generado en España en los últimos doce meses.
Mientras tanto, en los mismos despachos que reciben con puntualidad esas cotizaciones, se diseñan normativas que dificultan los trámites, se mantienen restricciones administrativas que bloquean regularizaciones, y se impulsan reformas que, lejos de facilitar la integración, colocan a muchas personas al borde de la exclusión legal. La Reforma del Reglamento de Extranjería, sin ir más lejos, ha multiplicado las alertas jurídicas sobre su impacto en quienes ya trabajan en España.
No es un fenómeno nuevo. Se acepta el esfuerzo, pero se niega el reconocimiento. Se recogen las cuotas, pero se restringen los derechos. Y sin embargo, quienes sostienen esa parte esencial de la economía continúan trabajando, emprendiendo y generando empleo, como si lo institucional fuera ajeno, como si la precariedad administrativa no interfiriera en lo esencial: levantar un negocio, mantener un contrato, sostener una actividad.
No es relato. Son números y hay quienes los representan. Trabajan. Emprenden. Sostienen. Madrugan. Con la regularidad de quien ha venido a construirse, no a pedir permiso. Su aportación sigue sin ocupar el espacio que merece en las decisiones políticas y en el relato público.
No hay que imaginar el futuro. Lo están construyendo, aunque no figuren en los discursos.
Perico Echevarría es editor y director de lamardeonuba.es
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