por Carlos Ventura
Australia y Nueva Zelanda han sufrido el impacto del coronavirus de un modo muy diferente al resto del mundo.
Las cifras de afectados registrados en ambos países son, en comparación con los datos de otros territorios, muy bajas.
Además, estos dos lugares han sabido anticiparse a la llegada del Covid-19 y por eso han podido contener el virus y tener diferentes vías de actuación frente al patógeno.
Ahora, después del cierre de fronteras, el establecimiento de duras limitaciones en los viajes y la aplicación de la cuarentena para todos sus ciudadanos, tanto Nueva Zelanda como Australia han comenzado a levantar con cautela estas restricciones.
Para reactivar poco a poco la economía, ambos países han comenzado a trabajar en la creación de un plan que permitiría viajar entre estos dos lugares.
Este proyecto recibiría el nombre de burbuja de Trans-Tasmania y, en caso de tener éxito, podría convertirse en un modelo de viaje para el resto de países del mundo.
¿Cómo funcionará esta «burbuja»? ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuándo se pondrá en marcha?
ÁREA DE VIAJES SEGURA
El primer ministro australiano, Scott Morrison, fue el encargado de anunciar la creación de esta burbuja de viajes entre Australia y Nueva Zelanda y la noticia fue acogida con grandes apoyos.
La denominada burbuja Trans-Tasmania permitirá el flujo de personas entre los dos países en medio de la pandemia mundial del coronavirus.
Pese a que no han trascendido muchos detalles acerca de cómo se pondrá en marcha este plan, sí que se han comunicado algunas de las características que tendrá esta «burbuja».
El objetivo de este proyecto se apoya en tres pilares fundamentales: el primero, reactivar la economía entre ambos países para paliar los efectos provocados por el coronavirus. El segundo, garantizar vuelos cómodos y seguros entre naciones, y el tercero, establecer un modelo para abrir, poco a poco, la red internacional cuando varios países tengan bajo control los contagios de covid-19.
Todavía no hay una fecha para poner en marcha este ambicioso plan de viajes entre ambas comunidades, pero, lo que sí han revelado son algunas de las condiciones que deben cumplirse para activar la burbuja Trans-Tasmania
Para garantizar esa condición de «área de viajes segura», Simon Westaway, director ejecutivo del Consejo de la Industria del Turismo de Australia, en una entrevista para la agencia de noticias Reuters, ha adelantado que «para poder pasar de la fase de desarrollo inicial en la que nos encontramos, debemos conseguir una infraestructura de salud robusta para darle confianza a los viajeros«.
Asimismo, Westaway aseguró que están trabajando en implantar fuertes medidas de control de aduanas, inmigración y cuarentena, así como compartía que también quieren realizar exámenes de salud para conseguir esa seguridad máxima que debe garantizar este puente aéreo.
VENTAJAS DE LA BURBUJA TRANS-TASMANIA
Si la aplicación de la burbuja Trans-Tasmania cumple con el objetivo que se ha marcado, esta zona libre para viajar entre Australia y Nueva Zelanda tendría grandes beneficios para ambos países y también abriría una nueva vía que podría servir de ejemplo para otras naciones.
Entendiendo que los pasajeros que hagan uso de este puente aéreo están en perfectas condiciones de salud, una de las ventajas que aporta esta «burbuja» es que no tendrán que volver a pasar una cuarentena de 14 días cuando lleguen al destino, como ocurre en la actualidad.
Por otra parte, países como Taiwán, Hong Kong, China y Corea del Sur también podrían formar parte de esta área segura de viajes si siguen con los buenos resultados obtenidos hasta el momento en cuanto al coronavirus.
Otro de los grandes objetivos de este proyecto piloto es que, si tiene el éxito esperado, países de Europa y América puedan crear sus propias burbujas de viaje teniendo como modelo el planteado por Nueva Zelanda y Australia.
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