
Denuncias de empleados señalan la existencia de “puestos espía” y maniobras para bloquear la representación sindical alternativa en la cadena de supermercados.
Sábado, 15 de marzo de 2025. El gigante de la distribución Mercadona vuelve a estar en el centro de la polémica, esta vez por denuncias de acoso laboral y la presunta connivencia de los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO. Según una investigación publicada por Infobae, empleados de la cadena de supermercados han denunciado la existencia de «puestos espía» dentro de las tiendas, estrategias de vigilancia interna y un reparto de delegados sindicales que favorece la falta de transparencia en la representación de los trabajadores.
El reportaje de Infobae recoge testimonios de empleados que aseguran haber sido objeto de acoso y hostigamiento en el entorno laboral. Entre los casos mencionados se encuentran situaciones de represalias contra trabajadores que han intentado denunciar irregularidades, además de maniobras para impedir la conformación de alternativas sindicales dentro de la empresa. Estos hechos, según los denunciantes, se ven agravados por la actuación de UGT y CCOO, a quienes acusan de ser cómplices de la empresa en la gestión de las relaciones laborales.
Uno de los puntos más controvertidos que revela la investigación es la existencia de los llamados «puestos espía», empleados cuya única función sería la de vigilar e informar a la dirección sobre las actividades y actitudes de sus compañeros. Esta estrategia, sumada a la falta de protección sindical efectiva, genera un clima de miedo entre los trabajadores, que se sienten vigilados y desprotegidos a la hora de plantear quejas o reivindicar mejoras laborales.
No es la primera vez que se señala a Mercadona por sus prácticas en materia de derechos laborales. En anteriores ocasiones, la empresa ha sido objeto de denuncias por despidos improcedentes, presiones para evitar bajas médicas y control férreo sobre el personal. Sin embargo, lo que hace especialmente grave el caso actual es la acusación de que los principales sindicatos, en lugar de defender los intereses de los trabajadores, estarían alineados con la compañía para evitar conflictos y mantener una aparente paz social que, en realidad, se basaría en la represión interna.
El papel de UGT y CCOO en este caso ha sido puesto en cuestión por varias fuentes consultadas por Infobae, que apuntan a un sistema de reparto de delegados sindicales que impide la pluralidad y margina cualquier intento de representación alternativa. Según los denunciantes, este control beneficia tanto a la empresa como a los sindicatos mayoritarios, que garantizan su presencia en los comités de empresa sin necesidad de enfrentarse a candidaturas independientes que puedan cuestionar su gestión.
Desde Mercadona, la compañía ha evitado pronunciarse en detalle sobre estas acusaciones, limitándose a señalar que respeta la legislación laboral y los derechos de sus trabajadores. Por su parte, UGT y CCOO han negado cualquier connivencia con la empresa y han defendido su labor en la representación sindical dentro de la cadena de supermercados.
El caso pone nuevamente en el foco el modelo de relaciones laborales en Mercadona y reabre el debate sobre la eficacia del sindicalismo en España, especialmente cuando surgen denuncias de corrupción interna o connivencia con las empresas. Mientras tanto, los trabajadores que han decidido alzar la voz enfrentan un entorno hostil y un sistema de protección que, a juzgar por sus testimonios, parece más diseñado para silenciarlos que para defenderlos.
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