¿Cuáles son los hechos de cierta izquierda?
Por ejemplo, Pablo Iglesias ha llegado a visitar la Generalitat para hacerse una foto con Torra, otorgando a este reaccionario personaje una pátina “progresista”. Nadie puede imaginarse que un dirigente de la izquierda exponga públicamente su simpatía hacia el líder de Vox, Santiago Abascal. Sin embargo, eso sí puede hacerse con naturalidad con Torra.
Abascal y Torra no son solo dos caras de un pensamiento xenófobo y excluyente. Por un lado, Vox defiende unos recortes salvajes que privaticen totalmente las pensiones y la sanidad. Por otro lado, Torra -y antes Puigdemont y Mas- ha ejecutado en Cataluña más recortes sociales que el ultraliberal gobierno madrileño de Esperanza Aguirre. Todo el mundo asume que si te juntas con Abascal estás respaldando los recortes, pero eso no sucede cuando se trata de Puigdemont y Torra.
En Comú-Podem presenta como cabeza de lista a las generales a Jaume Asens, que no solo se declara abiertamente independentista, sino que ayudó a huir a Bruselas a Puigdemont. ¿Se imaginan que algún partido de izquierdas hubiera presentado un candidato que hubiera contribuido a que un acusado de la Gurtell escapara de la justicia? Y Errejón acude a TV3 para afirmar con naturalidad la viabilidad “de los Países Catalanes como sujeto político si así lo deciden sus ciudadanos”.
Respaldar la división es apoyar los recortes
El procés no nació, como algunos afirman, en 2010 como respuesta “a la mutilación por parte del Tribunal Constitucional del Estatut aprobado por el Parlament catalán”. Se impulsó en 2012, cuando una oleada de luchas protestaban en Cataluña contra los recortes. El resultado es que los ejecutores de esos recortes, los Mas y Puigdemont, se han protegido utilizando la estelada como parapeto para blindar sus privilegios. No solo estuvo impulsado por alguno de los mayores “recortadores” de España, sino que el procés, al dividir al pueblo, atacando su unidad, es un ariete, una vía abierta, para crear las condiciones que permitan aplicar más recortes.
Pablo Iglesas, Ada Colau o Iñigo Errejón dicen luchar contra los recortes pero al mismo tiempo se posicionan, en uno u otro grado, al lado de las élites del procés frente a “la represión española”. No se puede defender una y otra cosa al mismo tiempo.
Luchar contra el saqueo y los recortes contra la población exige defender y fortalecer la unidad del pueblo trabajador en toda España, y enfrentarse a quienes nos quieren dividir para elevar el grado de expolio que puedan aplicarnos. Lo que se plasma en dos lemas: Frente a la recesión, redistribución de la riqueza; y Unidad del pueblo en toda España.
Eduardo Madroñal Pedraza, colaborador de La Mar de Onuba, nació el año 1951 en Madrid, el año 1951, de raíces andaluzas paternas y castellanas maternas. Fue velocista y jugador de balonmano. De una clase social, eligió otra práctica social. Fue, por el artículo 191 del Código Civil franquista, "padre soltero" de una hija de madre desconocida. Estudió Psicología. Trabajó 7 meses como repartidor de codornices y 7 años como administrativo en Uralita. Acabó Psicología; fue profesor de inglés (6 años en colegio privado y 4 años en instituto por oposición. Con la LOGSE se cambió a orientador educativo. Anomalías se titula su tercer libro de poemas. Colabora en diversas publicaciones (De Verdad, Chispas...) en formato digital e impreso. Es militante de Unificación Comunista de España, miembro de Recortes Cero, e integrante de la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones. Profesor aprendiz, psicólogo inapropiado, orientador peregrino, demócrata distinto, patriota inusual, comunista extraño, padre inesperado, abuelo chocante, amante inhabitual, y alguna anomalía más.
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