Poemas de otoño

I

Que si el atardecer nos sorprende desprevenidos…

unamos las manos en ese silencio que nos vio nacer.

Que si el ocaso nos ataca desnudos…

defendamos el amor piel a piel.

Que si el vacío nos cubre en el precipicio…

alcemos el vuelo sin miedo a perder.

Que si la muerte llega, aún estamos vivos…

busca en el viento el sabor de tu niñez.

Nunca te rindas… El triunfo del futuro

ya lo forjaste con tus lágrimas de ayer.

II

No te asustes si las campanas palpitan…

el dolor de las despedidas las hace vibrar…

III

Agonizantes palabras que escuchaste demasiado tarde.

Cuando ya el dolor había hecho cicatriz.

De poco vale el lamento del alma…. Detrás, sólo cabía

matarme o morir…

Y nunca es tarde para levantar el vuelo,

para que lo putrefacto caiga al mar.

Ese disfraz de encanto con perfume a azufre

que se apoyó en lo nefasto y en la irrealidad.

Sigamos el vuelo mirando hacia adelante.

Acaso nadie sabe que sujetas mi mano,

que me apoyo en tu hombro y secas mis lágrimas.

Nadie sabe que, en silencio, sigo tus pasos.

Escucha el murmullo de lo que no dijimos entonces.

Ahora anochece y llueve en nuestra soledad,

soledad de estar juntos mientras el mundo calla

que tengo en ti toda la inmensidad.


Mari Ángeles Solís del Río

@mangelessolis1 

Sea el primero en desahogarse, comentando

Deje una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.