Pedro Sánchez y la España plural


Trataré de ser objetivo aunque nadie lo es plenamente. Las Elecciones Generales de ayer dejan -superficialmente- un panorama casi idéntico al que había. Pedro Sánchez está más validado por los votos, aunque no puede gobernar con comodidad y debe aceptar una España plural (no sólo por regiones o autonomías, como le gusta recordar a su seguro socio Iglesias, al que no fue bien, pero los políticos son siempre remisos areconocer sus males) sino plural en ideologías. Se demostró ayer que salvo la minoría ilustrada o los que viven de la política directa o indirectamente, el pueblo español -en horas bajas de cultura y educación- no vota con la razón sino con los sentimientos.

El PSOE, en teoría con mucho descontento entre sus propias filas y con un Pedro Sánchez de liderazgo cuestionado por pactar con la Antiespaña (término que no ha inventado VOX, ni mucho menos) salió reforzado, porque la izquierda tiró del centro-izquierda -que ha sido muchos años la mayoría natural de España- jugando con el temor de que llegaba una derecha dura y antidemocrática incluso. Creo que el ganador (con sus obvios límites) no es Sánchez en persona sino la tradición centro-izquierda del PSOE y su veteranía en España-.

El PP fue claramente el gran perdedor por muchos motivos: años de gobierno mediocre (Rajoy fue tímido y malo), muchos escándalos de corrupción y VOX que ha sacado del armario a la derecha extrema española -estilo Le Pen en Francia- que hasta hace poco se cobijaba en el Partido Popular. Que haya extrema derecha en España es tan natural como que la haya en Francia, Italia o Noruega. Aquí aún tiene una razón más, algunos que desean la unidad de España y la ven mal defendida por otros partidos se van a VOX. Pero VOX (si hay sensatez) está muy cerca de alcanzar su techo electoral. No irá mucho más lejos. El PP tiene que reorganizarse y entender bien qué es el centro-derecha, que a veces parece entenderlo y otras muchas no y separarse un poco de la Iglesia. La religión (libre para todos) cada vez debiera ser menos política.

Del separatismo catalán o vasco y de sus muchas veces claro odio a España no diré nada. Casi cuarenta años de adoctrinamiento nacionalista no se quitan en meses y menos con líderes populistas y vulgares como Otegui, Torra o Rufián. Todos de muy bajo perfil y mala ralea. Pero como dice Pablo Iglesias, que perdió y en parte por sus propias contradicciones y errores, la España plural es muy clara, lo que él no dijo (no sabemos si no le interesa decirlo) es que hay muchos modos y maneras de gestionar esa  real pluralidad y abrir la mano a Torra  o a Otegui  -tan vulgares, tan llenos de insano odio- es la peor.

Sánchez tuvo anoche en el balcón de Ferraz , debe reconocerse, un buen discurso como presidente de España. Fue bueno que dijera que sería un presidente para todos, incluso para quienes no le habían votado. Eso es sentido de Estado y de España y es bueno, aunque haya que demostrarlo no tirando sólo de amiguetes, pero nuestro Sánchez no depende de él sólo. Y no es bueno (ni para el PSOE ni para nadie) usar demasiado el voto del miedo, porque funciona una vez pero no siempre.

CIUDADANOS , que se fortaleció, tampoco alcanzó lo que esperaba y eso que si hubo triunfadores (con minúscula) esos fueron PSOE y CIUDADANOS. A Rivera y a los suyos no les falta entusiasmo pero deben definirse mejor, usar más de ideología y menos sentimientos y madurar un poco. Centrarse mucho y ser muy abiertos, porque ese es el fondo secreto de la mucha pluralidad española. Si Sánchez  pactara con Rivera estaríamos en una España ilustrada y con mayoría absoluta, siendo los dos generosos, pero no parece que estemos en una tal España. Sánchez ganó y no actuó mal y Rivera subió y debiera subir más mejorando. Iglesias y PODEMOS deben perder su aire de lobos que muerden y moderarse dentro de su izquierda. VOX no subirá mucho más, a no ser que todos se equivoquen en exceso.

Enfín una España distinta y parecida a la de antesdeayer, pero con un Sánchez de reflexión mejor y una obvia pluralidad aunque no necesariamente gestionable como le gusta a Iglesias. Para mí mejoró Sánchez (aunque más el PSOE) y Rivera, aunque valga más CIUDADADOS, y todos los demás de un modo u otro perdieron, aunque les cueste admitir la verdad. España es plural pero la pluralidad, de todo signo, no tiene una sola y mágica forma de gestionarse. Iglesias se equivoca de nuevo. También la pluralidad es plural en soluciones. Y España sigue  con demasiados problemas que ayer los políticos, demasiado en su propio círculo de lucha, apenas vieron. Los dioses nos ayuden y siempre contra el chusmerío, que nada tiene que ver con la pobreza ni lo social. Hay chusma rica, aunque se vista de inherente vulgaridad.


Nacido en Madrid en octubre de 1951, Luis Antonio de Villena es licenciado en Filología Románica. Realizó estudios de lenguas clásicas y orientales, pero se dedicó nada más concluir la Universidad, a la literatura y al periodismo gráfico y después al radiofónico. Además ha dirigido cursos de humanidades en universidades de verano y ha sido profesor invitado y conferenciante en distintas universidades nacionales y extranjeras.

Publicó, aún con 19 años , su primer libro de poemas, Sublime Solarium. Su obra creativa -en verso o prosa- ha sido traducida , individualmente o en antologías, a muchas lenguas, entre ellas, alemán, japonés, italiano, francés, inglés, portugués o húngaro. Ha recibido el Premio Nacional de la Crítica (1981) -poesía- el Premio Azorín de novela (1995), el Premio Internacional Ciudad de Melilla de poesía (1997), el Premio Sonrisa Vertical de narrativa erótica (1999) y el Premio Internacional de poesía Generación del 27 (2004). En octubre de 2007 recibió el II Premio Internacional de Poesía “Viaje del Parnaso”. Desde noviembre de 2004 es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lille (Francia).

Ha escrito y escribe artículos de opinión y crítica literaria en varios periódicos españoles desde 1973. Ha colaborado en numerosos programas televisivos y sobre todo radiofónicos. Actualmente colabora en El Mundo y en Radio Nacional de España. Ha hecho distintas traducciones, antologías de poesía joven, y ediciones críticas.

A pesar de sus múltiples actividades, y de su gusto por la narrativa y el ensayo, cuando le preguntan, no duda en calificarse como, básicamente, poeta.

Además, Villena es noble. Javier Marías -actual monarca del Reino de Redonda– le otorgó en 1999 el título de Duke of Malmundo.

 


Artículo extraído del blog personal de Luis Antonio de Villena
para La Mar de Onuba con autorización expresa del autor.

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