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La negativa de Ayuso a cerrar Madrid expone a toda España a un nuevo repunte en Semana Santa

Todas las comunidades, menos Madrid, se han mostrado a favor de una Semana Santa con cierres perimetrales.

por Luna Izquierdo

Jueves, 4 de marzo de 2021. Isabel Díaz Ayuso vuelve a colocar a Madrid en el centro de la polémica. La presidenta regional tiene muy claro que, en principio, en Semana Santa no habrá cierre perimetral en la región y se permitirá la libre circulación de ciudadanos.

Esta decisión contradice las recomendaciones que lanza el Ministerio de Sanidad y ha provocado un gran revuelo en el resto de autonomías que piden no permitir el movimiento entre ellas para evitar la expansión de la cuarta ola por coronavirus.

La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha negado en varias ocasiones a seguir las instrucciones del Gobierno o las directrices de la mayoría de comunidades autónomas para contener el virus como durante los dos puentes de noviembre en los que Díaz Ayuso se negó cerrar perimetralmente la región más allá de días puntuales o durante las fiestas de Navidad en las que también decidió mantener abierta la comunidad para que los madrileños visitasen a sus familiares y tampoco cerró los comercios ni la hostelería.

Ahora, algunas comunidades autónomas están ejerciendo presión sobre Madrid para que se cierre perimetralmente de cara a Semana Santa pero, de entrada, Isabel Díaz Ayuso se niega a hacerlo, aunque todo dependerá de que la evolución epidemiológica se mantenga a la baja.

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Miedo a un nuevo repunte

Este mismo miércoles, la portavoz del gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, defendía que «la perimetración evita la salida de ciudadanos a aquellas comunidades autónomas que tienen una incidencia más alta que otras, y aquellas regiones que tienen mucha población (en referencia a Madrid) pueden afectar a otras y les pueden complicar los datos. Esto tiene su coste en vidas».

También el presidente valenciano, Ximo Puig teme que la negativa de la Comunidad de Madrid a cerrar su fronteras en Semana Santa pueda traducirse en desplazamientos masivos de madrileños hacia la costa, incluso aunque la Comunidad Valenciana decrete su propio cierre perimetral.

Además, Puig pactó el cierre en bloque con Baleares, Aragón, Murcia, Castilla-La Mancha y Cataluña frente a la negativa inicial de la Comunidad de Madrid a hacer lo mismo. «No puede haber alguna comunidad que ponga en riesgo el esfuerzo que se ha hecho por los valencianos», defendió.

Por su parte, el presidente de Asturias, Adrián Barbón defendió que su región está dispuesta a «pactar restricciones, no a flexibilizarlas» pese a que haya comunidades autónomas que no quieren acordar medidas de seguridad «y prefieren que abra todo y que, si la gente se contagia, que se contagie», aseguró.

Galicia expresó ayer su apoyo a la «perimetración», aunque con «cautela» porque aún quedan cuatro semanas para las fiestas, el mismo argumento que dio Andalucía. Por su parte, Murcia y Castilla y León insistieron en la necesidad de que las medidas sean las mismas «para toda España».

Pero la Comunidad de Madrid no es la única que se ha negado en un principio al cierre perimetral. Canarias ha descartado ya el cierre, mientras que Extremadura también ha planteado no cerrar fronteras, aunque apuesta por un plan nacional y consensuado entre el Gobierno y todos los territorios.

Las comunidades autónomas pretenden enmendar los errores cometidos en Navidades, cuando se permitieron los viajes si era para ver a familiares y se flexibilizaron las reuniones y el toque de queda las noches señaladas aunque ya sobrevolaba el riesgo de una tercera ola, que como se auguraba llegó en enero con hospitales desbordados y récord de fallecidos.

La propuesta de Sanidad es que se cierre perimetralmente para evitar desplazamientos, que los universitarios no regresen a casa, toque de queda entre las 22:00 y las 6:00, vetar eventos masivos, limitar las reuniones a 4 o 6 personas y evitar las citas sociales en domicilios.

Ayuso: «El virus no entiende de fronteras ni de origen»

Sin embargo Ayuso no entiende por qué hay «que cerrar por cerrar». «Estando todas las comunidades autónomas cerradas no se ha impedido que ese virus se haya desbocado. Se ha demostrado que no es Madrid quien está contagiando, que el virus no entiende de fronteras ni de origen», señaló en una entrevista radiofónica.

El día 2 de diciembre de 2020, España tenía una incidencia acumulada superior a la del 3 de marzo de 2021, sin embargo los datos de la Comunidad de Madrid han ido al revés y su incidencia ha pasado de 225 a 261, siendo la región que en peor situación epidemiológica está, solo por detrás de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Según recoge eldiario.es, el portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública (SESPAS), Ildefonso Hernández, opina que «con tasas de incidencia por encima de 100 no podemos rebajar demasiado porque corremos el riesgo de rebotar. Por principio de precaución, esperaría hasta bajar de 50. Y si haces la relajación justo antes de unas vacaciones, se alienta la movilidad».

Mario Fontán, ex presidente de la plataforma de Médicos Residentes de Salud Pública, señala que: «No podemos perder el foco y pensar que porque la tendencia lleve semanas a la baja, muy positivo, quiere decir que los niveles de transmisión ahora mismo sean aceptables». Añade que «todavía estamos lejos de una situación en la que cualquier elemento que pueda incrementar la transmisión no pueda tener un impacto en el sistema sanitario y en las personas». Por tanto, es recomendable «hacer un esfuerzo extra y mantener ciertas restricciones de la movilidad».

Pedro Gullón, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) insiste en esa barrera de los 50 casos por cada 100.000 habitantes como límite para plantearse cosas, pero sostiene que aunque la tendencia a la baja se mantenga, será difícil llegar antes de abril «porque el ritmo de descenso ya se está ralentizando debido a que a partir de cierto número es muy difícil bajar. Y algunas comunidades aún siguen altas, principalmente Ceuta, Melilla y Madrid. Así que yo sería extremadamente cauto».


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