La Junta «juega a la ruleta rusa» con las balsas de lodos tóxicos de Atalaya Riotinto Minera

La Junta de Andalucía hace una propuesta en relación a  las balsas de lodos tóxicos de Atalaya Riotinto Minera, contraria al informe realizado por el científico  S.H. Emerman y la London Mining Network.

Propone autorizar un nuevo recrecimiento de más de 42 metros, poniendo en riesgo extremo por rotura catastrófica, similar a la su cedida en Aznalcóllar, a zonas pobladas, Marismas del Odiel y costa de Doñana.

El informe realizado por Emerman en 2019,  sostenía que de seguir así las cosas, la posibilidades de “falla” de las presas en 19 años crecería a un 95 % , por lo que prácticamente seria inevitable.

Lunes, 13 de septiembre de 2021. El pasado 28 de julio se publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) el anuncio de información pública de una nueva modificación sustancial del Proyecto minero Riotinto (PRT) que ejecuta desde 2015 Atalaya Riotinto Minera (ARM), filial de la multinacional Atalaya Mining.

El depósito de estériles de tratamiento de ese complejo minero está formado en la actualidad por tres balsas, Gossan, Cobre y Aguzadera, que ocupan juntas 595 hectáreas (1190 campos de fútbol), y albergan ya 182 millones de metros cúbicos de lodos tóxicos.

Con fecha 2 de julio de 2021 el delegado territorial de Huelva competente en minas, Antonio Agustín Vázquez, hace una proposición de  autorización de  un nuevo Proyecto de Explotación hasta el año 2031, incrementando la producción y la consecuente generación añadida de lodos tóxicos en 161 millones de toneladas más, sin que se haya realizado siquiera las consultas previas establecidas en la legislación ambiental vigente y sin tener en cuenta el proceso de participación pública que ahora se ha iniciado.

La mencionada propuesta incluye un recrecimiento de 29 metros en la balsa Cobre, desde la cota 388 msnm (metros sobre el nivel del mar) hasta 417 msnm, y un recrecimiento de 42,2 metros en la balsa Aguzadera, desde la cota 374,8 msnm, también hasta 417 msnm. De esta forma los muros de cierre de ambas balsas alcanzarán en algunos puntos alturas de más de 90 metros (como un edificio de 30 plantas).

Estos brutales recrecimientos se realizarían sobre una vieja estructura de balsas que fueron construidas en los años 70, 80 y 90 por el peligroso método de aguas arriba, y que desde entonces no han parado de recrecerse. Exactamente lo mismo se hizo en Aznalcóllar hasta que la balsa de lodos de Boliden, que contenía apenas 18 millones de metros cúbicos de lodos tóxicos, reventó el 25 de abril de 1998, devastando la cuenca del río Guadiamar hasta el límite del espacio natural de Doñana, lo que se podría haber evitado si se hubieran atendido las reiteradas advertencias previas de técnicos y grupos ecologistas.

Ahora el riesgo de rotura sobrevuela las balsas mineras de Riotinto y Ecologistas en Acción avisa a las autoridades mineras y ambientales de la Junta de Andalucía que eso provocará una ola de lodos tóxicos que arrasará la cuenca del río Odiel, pondrá en riesgo zonas pobladas de Gibraleón y Huelva, devastará las Marismas del Odiel y, tras desembocar en el mar, muy probablemente contaminará las costas de Doñana.

Igualmente provocará daños incalculables en la economía agrícola y pesquera de gran parte de la provincia de Huelva, igual que provocó la catástrofe de Aznalcóllar durante varios años.

Esto es lo que se deduce de un Estudio de Rotura que realizó la empresa Ayesa en 2014, por encargo expreso de EMED Tartessus (antigua denominación de Atalaya Riotinto Minera), en base a los datos de tamaño, densidad, composición y contenido de lodos del proyecto de entonces. Es decir, cotas máximas que entonces eran de 380 y 373 msnm para Cobre y Aguzadera respectivamente. Obviamente, con el recrecimiento e incremento de toneladas de lodos que ahora se pretenden autorizar, los daños de una -más que probable- rotura serán mucho mayores y afectarán a más personas

El nuevo proyecto de ARM, cuya aprobación ha propuesto la delegación Territorial de Minas de Huelva , no impone ninguna condición de espesamiento previo de los lodos, por lo que se seguirá vertiendo con un contenido en agua del 66 %, en contra de las recomendaciones básicas de las mejores técnicas disponibles, que aconsejan depositar lodos de alta densidad, con un espesamiento previo hasta reducir el contenido de agua hasta el 35 %.

Esa ausencia de espesamiento del vertido favorecerá que, tarde o temprano, se vaya a producir un fenómeno de licuefacción instantánea en las balsas, y su inevitable rotura, como se produjo el 25 de enero de 2019 en las balsas mineras de Brumadinho (Brasil), provocando la muerte de más de 250 personas.

El nuevo proyecto de ARM incorpora, sobre el papel, la conversión de un viejo edificio en una supuesta planta de decantación de lodos. Pero lo cierto es que el anterior proyecto de 2015 ya incluía la construcción de una nueva planta de espesado de lodos que nunca se construyó. Ante la permisividad de las autoridades mineras, durante estos últimos seis años se ha incrementado la cantidad de agua en el interior de las balsas, favoreciendo con ello los episodios de erosión interna de los muros y el incremento de riesgo de rotura por licuefacción instantánea.

En definitiva, ese riesgo evidente de rotura está siendo ignorado nuevamente por la autoridad minera, obviando las recomendaciones del informe técnico “Análisis de riesgo de las presas de relaves en la mina Riotinto” elaborado por el profesor Steven H. Emerman, de la Universidad de Utah (EE UU), especializado en modelización hidrológica e interpretación geofísica y de imágenes por satélite de presas de lodos mineros. Se trata de un trabajo realizado en colaboración con la London Mining Network, una de las principales ONG, con sede en Londres, dedicada a denunciar y prevenir abusos y desastres de la minería en el mundo. Cabe recordar que hace dos años que Ecologistas en Acción presentó ante las administraciones medioambientales, mineras y judiciales el referido informe del profesor Emerman, que incluía entre sus conclusiones lo siguiente: “… la probabilidad de la falla de las presas debido a la licuefacción es del 15 % en un año dado. Este valor numérico es más o menos equivalente a una ronda anual colectiva de ruleta rusa (con un revólver con seis cámaras y una bala) por parte de los trabajadores mineros y los residentes aguas abajo de la mina Riotinto”. Y se añadía: “Una probabilidad anual del 15 % corresponde a una probabilidad de la falla de las presas del 28 % en dos años, 38 % en tres años, 48% en cuatro años y 56 % en cinco años. (…) La probabilidad se convierte en 95 % en los próximos 19 años, por lo que la falla de las presas en los próximos 20 años es casi inevitable”.

Esas demoledoras conclusiones del profesor Emerman se produjeron en relación al estado de las balsas en 2019, por lo que, con toda probabilidad, esos presagios se acelerarían con los nuevos recrecimientos que la Delegación Territorial de Minas de Huelva  ha propuesto autorizar.

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