«Desde El Corazón de la Tierra, Juan Cobos Wilkins y Rocío Márquez consiguieron acercarnos a ellos emocionalmente y devolvernos la esperanza y la humanidad».
por Rocío Gálamo
La noche del viernes, 19 de junio, fue todo lo contrario al infierno de Dante que compara Juan Cobos Wilkins con Corta Atalaya. Sin embargo, sí fue una noche roja cobriza que contuvo, de manera obligada, los deseosos abrazos que la dulzura de ambos artistas provocan que anheles.
El escritor, nacido en Riotinto, presentó en Trigueros la re-edición de su primera novela El Corazón de la Tierra. No obstante, el hombre, el poeta, Juan Cobos Wilkins, presentó, como en todas sus intervenciones, su propio corazón. Todo esto de la mano de la cantante onubense Rocío Márquez, que fue guiando el transcurso de la presentación, sorprendiendo con letras y coplillas que le surgían de la evocación de los personajes de la novela.
La luminosa voz de Rocío Márquez y la inevitable lírica de Juan Cobos Wilkins, que divagaba haciéndonos viajar por un mundo tan suyo que convierte en tan nuestro, hizo que la apertura del Centro de Arte Harina de otro costal se transformara en una noche de ensueño, en un vuelo por un espacio-tiempo situado entre 1888 y 2020, entre Riotinto y Trigueros pasando por Madrid y Cuba.
Desde lo más profundo, desde El Corazón de la Tierra, acompañados por un público respetuoso y cordial, Juan Cobos Wilkins y Rocío Márquez consiguieron acercarnos a ellos emocionalmente y devolvernos la esperanza y la humanidad.
Por el arte. Por la cultura. Por ellos.
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