La católica historia detrás de la píldora anticonceptiva

Corrían los años 50 cuando dos investigadores de la Universidad de Harvard, Gregory Pincus y John Rock, dieron con la que es la salvación para muchas mujeres hoy en día: la píldora anticonceptiva. Sin embargo, parece que detrás del motivo de este invento, se esconden fuertes razones religiosas. Y no, no para todas las mujeres significó una liberación.  

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El biólogo Gregory Pincus y el ginecólogo John Rock fueron los creadores de uno de los hitos de la liberación femenina en los años 50, cuando inventaron la píldora anticonceptiva.

Rock era un hombre de ciencias, pero eso no le impedía ser una persona profundamente devota, de acudir a misa diariamente, por lo que necesitaba la aprobación de la sede central de la Iglesia Católica Romana, el Vaticano. El ginecólogo pretendía con esta píldora que su sistema fuese lo más parecido al proceso “natural” de ovulación de las mujeres.

LA IGLESIA

Pero ¿y qué tiene que ver la Iglesia en el proceso de ovulación de cada mujer?

Para ello, hay que remontarse a la persecución de los métodos anticonceptivos en el siglo XX con el papa Pío XI, que considerada que la persona que utilizara estos medios “viola la ley de Dios y de la naturaleza”. Para él, solo había una manera de no tener hijos, si no se quería: la abstinencia.

En este sentido, su sucesor, el papa Pío XII, relajó las medidas y permitió en 1951 el “método del ritmo”, pero solo en situaciones extremas, como la imposibilidad de tener más hijos por pobreza.

Este método, que tiene más de 100 años, fue inventado por el ginecólogo japonés Ogino y consiste en que la pareja no mantenga relaciones sexuales durante el periodo de ovulación de la mujer, es decir, cuando es más fértil y tiene más probabilidades de quedarse embarazada.

¿PENSAMIENTO CATÓLICO LLEVADO A LA CIENCIA?

Por lo tanto, Rock quería ser fiel a sus creencias y a la institución que las divulgaba e intentó establecer unos criterios concretos para su invento.

Pensó, entonces, que si la Iglesia había dado el visto bueno al “método del ritmo”, también lo haría con su píldora anticonceptiva, ya que la hizo, juntos a Pincus, lo más “natural” posible.

Los dos investigadores de Harvard se pusieron manos a la obra y se sirvieron de tres científicos (Carl Djerassi, Luis Miramontes y George Rosenkranz) que lograron sintetizar el esteroide noretisterona por primera vez.

Finalmente, lograron que su píldora tuviera progestina, una hormona segregada de manera natural por las mujeres después de ovular.

Rock consiguió su ansiado objetivo, pero solo durante un tiempo. Pese a que este sistema anticonceptivo se aprobó en 1960, ocho años después la Iglesia se pronunció y el papa Pablo VI, a través del edicto Humanae Vitae, decretó la prohibición de toda forma artificial de control de la natalidad.

CONTROL SOBRE LAS MUJERES

“Fácil para que tú se lo expliques y ella lo use”, así rezaba el anuncio de las pastillas anticonceptivas de la empresa Ortho Novum en 1964.

Con esta pastilla, empezó la preocupación de los hombres por dejar la responsabilidad en manos de ellas. David Wagner, preocupado por si su esposa no se tomaba diariamente la píldora, diseñó un un envase redondo que le permitía controlar si ella se las estaba tomando correctamente.

MUJERES COMO CONEJILLOS DE INDIAS

Pero esta “liberación” para las mujeres, también tiene un lado oscuro que las afectó, sobre todo, a las de América Latina.

En Puerto Rico, se realizaron ensayos a gran escala para comprobar la efectividad de estas pastillas, cerca de 1.500 mujeres participaron en estas pruebas a cambio de una compensación económica. Sin embargo, los científicos no avisaron de los posibles efectos secundarios.

A pesar de que estos ensayos clínicos resultaron un éxito, el 22% de las participantes tuvo que abandonar por los efectos secundarios graves, ya que estas píldoras contenían tres veces la cantidad de hormonas que llevan actualmente.

El diario The Washington Post señaló que “tres mujeres fallecieron durante los ensayos clínicos. Pero no se realizaron autopsias, por lo que no se sabe si sus muertes estaban vinculadas con el medicamento”.

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