Huelga en Canal Sur

«La extrema derecha quiere comenzar desmantelando Canal Sur, pero su verdadero objetivo es eliminar la autonomía andaluza».

Cristóbal Fernández, asesor en el Parlamento andaluz, escribe sobre la situación en Canal Sur: “La imposición de VOX es dramática para la cadena pública: recorte de 14 millones de euros, eliminación de uno de los canales existentes, fulminar la Fundación Audiovisual, congelación de nuevas incorporaciones o reducir un 10% el presupuesto destinado a productoras. En definitiva, un desmantelamiento soterrado de Canal Sur”.

por Cristóbal Fernández

 

No ganan los trabajadores de Canal Sur para sustos desde que comenzó la actual legislatura andaluza, primera con la derecha en el gobierno. La extrema derecha de VOX, prometió en campaña cerrar Canal Sur, cuestión en la que insistió en la negociación de investidura de Moreno Bonilla.

Ante la situación de incertidumbre creada, se alcanzó un acuerdo político al principio de la legislatura para desbloquear los órganos de la RTVA y blindar el futuro de Canal Sur. El PSOE se sumó a este acuerdo y fue posible el nombramiento del nuevo director general.

Meses después, en febrero de 2020, se convocó la primera huelga de los trabajadores desde la llegada de la nueva dirección porque ésta no estaba cumpliendo los compromisos adquiridos. Finalmente, se desconvocó, al llegarse a un acuerdo con los sindicatos en el que se incluía un plan de empleo, cubrir necesidades del personal y otras cuestiones.

La situación se complicó con el cambio en la dirección de informativos en marzo de este mismo año. Con la llegada de Álvaro Zancajo, los niveles de manipulación alcanzaron cuotas que nunca antes se habían visto en la cadena pública. El nuevo director de informativos estaba cumpliendo a la perfección el papel para el que había sido contratado por el consejero Bendodo, maestro en propaganda y publicidad.

Como no podía ser de otra forma, los sindicatos comenzaron a denunciar la creciente manipulación, que hasta llegó a ser confirmada por el Consejo Audiovisual. El ambiente en Canal Sur cada día iba a peor.

A la difícil situación, había que añadir un problema más: una audiencia que caía de forma estrepitosa. Por primera vez Canal Sur bajó del 8% de audiencia mensual y va a terminar este año 2020 más cerca del 7% que del 8%.

La pandemia produjo también una caída de ingresos publicitarios. Como consecuencia de ello, el Gobierno andaluz aprobó destinar 11 millones de euros del Fondo Covid para suplir la caída de ingresos y el déficit generado por la nueva dirección, especialmente por los contratos millonarios formalizados en programas como el de Bertín Osborne.

Esta decisión generó un profundo y público malestar en los rectores de universidades, atónitos ante los recortes sufridos en una financiación que se iba a destinar a sanidad, y que, parte de la misma, acabó pagando “El Show de Bertín”.

Para rematar el año, llegó la tramitación de los presupuestos de la Junta para 2021. PP y C’s se plegaron a las condiciones de la extrema derecha y pusieron Canal Sur al servicio de VOX, a cambio de la aprobación de las cuentas y poder seguir gobernando.

La imposición de VOX es dramática para la cadena pública: recorte de 14 millones de euros, eliminación de uno de los canales existentes, fulminar la Fundación Audiovisual, congelación de nuevas incorporaciones o reducir un 10% el presupuesto destinado a productoras. En definitiva, un desmantelamiento soterrado de Canal Sur.

VOX sabe lo que quiere, lo que no es de recibo es que PP y C’s lo permitan. La extrema derecha quiere comenzar desmantelando Canal Sur, pero su verdadero objetivo es eliminar la autonomía andaluza. La extrema derecha no quiere la radio y la televisión pública que vertebra y cohesiona nuestra tierra. VOX quiere ir desmantelando nuestra autonomía desde dentro.

El acuerdo de las tres derechas, ha propiciado el rechazo generalizado de los trabajadores del ente público y la convocatoria de huelga para los pasados días 22 y 23 de diciembre, en los que las pantallas de Canal Sur se fueron a negro. Una huelga que ha sido un éxito y que ha visibilizado las demandas de los trabajadores: que la RTVA esté solo al servicio de la ciudadanía, y que sea una radio y televisión andaluza plural, veraz, independiente y de calidad.

Moreno Bonilla y su “compañero” Marín han preferido a la extrema derecha antes que escuchar el clamor social contra los recortes a Canal Sur. Si Canal Sur no ha sido eliminada, es porque la izquierda la dejó blindada en el Estatuto de Autonomía.

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