María José Bayo: ‘Embajadores de Huelva’

 

por María José Bayo, presidenta de la Fundación Audiovisual de Andalucía y consejera del ente público RTVA.

Acabábamos de salir de un acto al que asistían personas de otras provincias que nunca antes habían estado en Huelva. La organización les había preparado una jornada de visitas a lugares de interés para el día siguiente. Al conocer el itinerario, que incluía el Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez, ubicado en la casa natal del poeta, una joven presente insistió en que no encontrarían nada interesante y aprovechó para lamentarse de la falta de espacios relevantes en la provincia onubense. Podría tratarse de un hecho aislado, pero no ha sido la única ocasión en la que he asistido a escenas de este tipo. Seguramente quien esté leyendo este artículo en estos momentos habrá vivido situaciones similares.

Huelva tiene un serio problema de ausencia de embajadores de marca, concepto que en comunicación permite definir a las personas relacionadas con el objeto sobre el que se comunica y que están implicadas en la transmisión positiva de valores relacionados con él. Cuando esto ocurre puede deberse principalmente a dos problemas en origen. En primer lugar, al desconocimiento del valor de aquello respecto a lo cual se tiene un poder de comunicación mayor seguramente de lo se imagina. Asimismo, se debe a la ausencia de un esfuerzo convenientemente orientado, más allá de acciones aisladas, para conseguir la participación activa de la ciudadanía en general en la estrategia de instituciones y otros agentes implicados en la promoción de Huelva. Todo ello teniendo en cuenta, claro, que esa acción estratégica conjunta exista.

En el caso de la provincia onubense esta tarea imprescindible a la que me estoy refiriendo se ha confundido en ciertos momentos de nuestra historia reciente, permítanme el calificativo, con un chovinismo cutre, que, en mi opinión, no ayuda en el proceso de una comunicación positiva. Además, cuando no se tiene en cuenta la construcción colectiva de una marca se corre el riesgo de que la población le dé la espalda. Ha ocurrido, por ejemplo, con la que debería ser una de nuestras señas de identidad cultural, el Festival de Cine Iberoamericano, aunque me consta que ya están puestas las bases y se está trabajando intensamente para cambiar esta situación.

Huelva carece aún de una marca gestionada de forma efectiva con un planteamiento estratégico bien definido. No obstante, tiene valores más que suficientes para construir una muy potente, mucho más fuerte de lo que quizá imaginemos. Para ello es necesario trabajar aunando esfuerzos, sin perder de vista en ningún momento del proceso el poder de los onubenses, que se ha hecho aún más evidente desde la eclosión de las redes sociales. A través de éstas, desde un punto de vista comunicativo, los ciudadanos y ciudadanas tenemos una capacidad de proyección nunca antes conocida.

En definitiva, creámonos de una vez por todas el valor de lo que nos rodea y trabajemos desde la unión de esfuerzos para proyectarlo correctamente. Al fin y al cabo, los objetivos compartidos en torno a un sueño realizable harán que el camino sea más fácil y que todos disfrutemos del recorrido.

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