El incierto destino de la nueva legislatura en España

por Victoria Rodríguez-Blanco

Las elecciones de repetición del 10 de noviembre ofrecieron un Parlamento más fragmentado que el anterior y con nuevas sensibilidades territoriales.

Al día siguiente de conocerse los resultados, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias acordaron un gobierno de coalición. Después ya se reunirían las comisiones negociadoras de ambas formaciones para pactar el contenido.

En plenas navidades y esperando la llegada de los Reyes Magos, se celebró la primera sesión de investidura en la que el candidato no logró la mayoría absoluta necesaria (176 diputados). Tal y como establece el artículo 99. 3 de la Constitución, al no alcanzarse dicha mayoría se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después de la anterior y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple. El resultado arrojado por la segunda votación ha sido ajustado, una diferencia de dos votos a favor del candidato: 167 frente a 165 y 18 abstenciones.

Las presiones durante estos últimos días tanto hacia el candidato de Teruel Existe como hacía diputados socialistas para que no votaran a favor de Pedro Sánchez han sido muy fuertes. La necesaria abstención de los 13 votos de Esquerra Republicana de Catalunya y los 5 de Bildu (coalición soberanista vasca que incluye al antiguo entorno político de la desaparecida organización terrorista ETA) añade polarización. No se olvide que la crisis catalana lleva tiempo enturbiando la política nacional. Desde hace años el iter del proces avanza con todas las consecuencias y diversos responsables políticos catalanes han sido condenados por delitos de sedición y malversación tras la aprobación de las leyes de desconexión y la celebración del referéndum ilegal.

Ambiente crispado

El ambiente en el Congreso está muy crispado. Desde diversos sectores se ha presionado para evitar un gobierno de coalición con Unidas Podemos y con el apoyo de formaciones nacionalistas e independentistas. El último precedente en España de un gobierno de estas características se remonta a la II República, 1931-1933. Pocos años después estalló la guerra civil, 1936-39.

En la primera época de la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, 2004-2008, también el candidato socialista obtuvo la investidura de forma ajustada, 169 votos a favor y 158 en contra, y fue facilitada por la abstención de las formaciones nacionalistas Partido Nacionalista Vasco, Convergencia i Unió, Bloque Nacionalista Galego, Coalición Canaria y Nafarroa Bai.

Otra investidura atípica fue la de Mariano Rajoy en octubre de 2016, con 134 votos del Partido Popular y 32 de Ciudadanos a favor, pero necesitó la abstención del Grupo Socialista. En aquel momento se obligó desde la dirección socialista a los diputados de esta formación a favorecer el gobierno. Los miembros del Grupo socialista se vieron en una doble tesitura: obedecer por disciplina de partido o atender al mandato que le dieron los electores en aquellas elecciones de junio. Al final 15 de ellos optaron por votar en contra y 68 por la abstención que propugnaba la dirección del partido.

Pedro Sánchez dimitió antes para no abstenerse, “no es no”, y, después de conquistar la secretaría general del PSOE, volvió como presidente del Gobierno al ser el candidato alternativo tras el triunfo de la moción de censura en junio de 2018.

Era la primera vez que prosperaba una moción de censura en nuestra historia democrática y también la primera vez que el presidente del Gobierno elegido no era diputado. Los apoyos de la moción de censura básicamente son los mismos que han facilitado la investidura de enero.

No será fácil gobernar

En la legislatura que empieza no será fácil gobernar. Para la mayoría de las reformas importantes se necesitan leyes orgánicas que requieren mayoría absoluta o mayorías cualificadas, y los votos que han favorecido la investidura no son suficientes. No parece que los partidos principales de la oposición, PP, VOX y Ciudadanos, vayan a estar por la labor de facilitar un gobierno estable.

El ya presidente de gobierno puede utilizar su Manual de resistencia para gobernar sin grandes avances y ganar tiempo para convocar elecciones en un par de años, si no lo hace antes. Tampoco se sabe qué conseguirán los independentistas gracias a su apoyo pero esperemos que España no se rompa como dicen desde las formaciones más conservadoras. Existen gobiernos de coalición de izquierdas en algunas Comunidades Autónomas. La Comunidad Valenciana es un ejemplo desde que en junio se firmara el Acord del Botànic 2.

Desde que emergieron nuevos partidos políticos al escenario nacional, las mayorías absolutas han desaparecido. Ahora los gobiernos no dependen tanto de los resultados electorales como de las estrategias de los partidos y de la habilidad negociadora de sus líderes. Por eso, el futuro del sistema político español tal y como lo hemos conocido hasta hoy será cada vez más imprevisible e incierto.


Victoria Rodríguez-Blanco, Profesora de Ciencia Política, Universidad Miguel Hernández.  Licenciada en Derecho por la Universidad de Alicante y Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la UNED . Doctora en Ciencia Política.He publicado numerosos artículos en revistas especializadas He realizado estancias docentes en Italia y colaboro con diversos medios de comunicación social sobre temas de actualidad política.

 

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