«Crisis humanitaria» de las temporeras marroquíes: sin acceso a agua potable, cortes de suministro eléctrico y ‘tutela salarial’ en Fres Molinero SL

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«Les estamos dando su dinero poco a poco, porque si no cuando ellas se vayan ya no tienen», asegura una responsable no autorizada de la empresa almonteña.

El «único portavoz autorizado» de Fres Molinero admite que los alojamientos facilitados a las temporeras carecen de agua potable.

Una investigación realizada por el colectivo Mujeres 24 H. con apoyo de especialistas del ámbito universitario desvela que permanecen las prácticas abusivas en importantes empresas del sector de los frutos rojos onubenses. 

por Perico Echevarría

 

Martes, 30 de junio de 2020. Trabajadoras marroquíes contratadas en origen carecen de agua potable en los alojamientos facilitados por la empresa Fres Molinero de Almonte, según ha confirmado este lunes a La Mar de Onuba el «único portavoz autorizado» de la empresa, el abogado onubense Antonio Álvarez. El letrado admite que «ninguna de las viviendas de la empresa dispone de agua potable», ya que todas están ubicadas «fuera de ordenación» y «lo que tienen es agua de la comunidad de regantes. Punto». No consta que se hayan instalado depósitos o cisternas para solventar esta carencia, o que la empresa facilite el acceso al agua por otras vías. Las trabajadoras la adquieren y pagan de su bolsillo en los núcleos urbanos más cercanos, Almonte o El Rocío.

Desde el pasado día 12 de junio, y hasta el 22 de este mismo mes, al menos 26 de las marroquinas sólo han tenido acceso a suministro eléctrico entre las 13.00 y las 23:45 horas. Así lo ha confirmado a esta revista la patronal Asaja, a la que está asociada Fres Molinero. «Los cortes nocturnos se han debido a una avería en la instalación de esas casas en concreto que han estado supliendo con generadores. Los generadores por la noche no han tenido funcionamiento». Las mujeres no han tenido luz ni han podido cocinar, recargar sus teléfonos móviles o hacer uso de electrodomésticos durante más de 13 horas al día. Según algunos testimonios de las temporeras afectadas, los cortes de suministro eléctrico -la avería- comenzaron el pasado 12 de junio. Ese mismo día la empresa les comunicó que ya no había más trabajo, que la relación laboral estaba finalizada.

Hacer click en la imagen para ver el ANEXO IX de la Orden TMS / 1277

El tipo de viviendas en las que las trabajadoras marroquíes contratadas en origen deben ser alojadas durante su estancia en España, cuyo coste debe correr siempre a cargo del empresario, está profusamente detallado, por primera vez en esta campaña, en la conocida como Orden Gecco, la Orden Ministerial que regula anualmente la contratación en origen. Como novedad, este año la  Orden TMS / 1277 / 2019 de 23 de diciembre incluye un completo ANEXO IX en el que se detallan, profusamente, las obligaciones de los empresarios en cuanto a vivienda -como espacio físico y de convivencia- se refiere.

En su apartado B, punto 1, la orden no puede ser más precisa. «Con carácter general, el agua potable procederá de la red general de abastecimiento. Las instalaciones de agua deben asegurar una distribución permanente con presión y caudal suficiente, los acumuladores de agua caliente tendrán la capacidad necesaria para suministrar agua caliente para todos los ocupantes del alojamiento«. Y añade: «Cuando el alojamiento se encuentre ubicado en una zona donde no llegue la red general de abastecimiento de agua y/o saneamiento en general» (como es el caso de los alojamientos de Fres Molinero) el agua potable deberá almacenarse en depósitos que permitan una adecuada limpieza y desinfección, con capacidad mínima de suministro de 10 litros por persona y día, o bien garantizarse su suministro mediante cisternas legalmente autorizadas«.

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Respecto del suministro eléctrico, la TMS 1277 / 2019 ordena que los alojamientos «deberán de disponer de luz eléctrica (…), pudiendo el suministro realizarse mediante generadores, placas solares, etc.». La Orden Gecco no precisa que el suministro eléctrico debe ser continuado las 24 horas del día. Quede este aspecto, pues, en la inteligencia del lector, la sapiencia de los juristas, y la buena voluntad de los obligados por la Orden Ministerial.

Las viviendas de Fres Molinero están ubicadas en la extensa finca de la empresa situada en la zona conocida como Pinares de Doñana, «alejada de la carretera del Arrayán», a varios kilómetros tanto de Almonte como de El Rocío. En ellas, las trabajadoras marroquíes comparten habitaciones con un mínimo de cuatro literas en cada una. Las afortunadas que ocupan el catre de abajo, gozan de mayor intimidad, al poder cerrar su espacio, creando una cortina de separación. En las de arriba, esto no es posible.

En el apartado «Dormitorios», la Orden Gecco 2020 dice, textualmente: «el número de trabajadores por dormitorio estará en función de la estructura del alojamiento y de la superficie del propio dormitorio, debiendo ser la superficie mínima por cama o litera de dos pisos de 4 m²«. La secuencia de imágenes de la izquierda hablan por sí solas sobre el grado de cumplimiento de lo establecido en la Orden Ministerial, que establece desde obligaciones, como que los módulos de alojamiento dispongan de calefacción y refrigeración, a consejos o recomendaciones, como «ofrecer actividades de promoción sociocultural o bien posibilitar el acceso a las actividades socioculturales organizadas por las instituciones públicas o privadas de la zona«. Las temporeras no disponen siquiera de un mísero televisor.

Deficiente asistencia en casos de emergencia

Hace unas días, cuando una de las mujeres se cayó por culpa en la oscuridad derivada de la falta de fluido eléctrico en la finca, nadie la llevó al médico. Tuvo que ir ella sola. El pasado domingo, según ha confirmado a esta revista el servicio de urgencia 112, otra mujer sufrió una fuerte hiperglucemia y requirió asistencia médica. Para esas situaciones, según informaba este lunes a esta revista una fuente «no autorizada» de Fres Molinero, hay designado a un empleado de confianza y origen marroquí «que habla perfectamente español y que puede llevarlas al médico sin consultar con la empresa». Pero el domingo, este encargado de velar por la seguridad y el bienestar de las «marroquinas», no respondía a las llamadas que se le hacían. Sin disponer de otro número de teléfono al que llamar, las compañeras de alojamiento de la mujer enferma, que había perdido el conocimiento, se pusieron en contacto con la intérprete del colectivo Jornaleras de Huelva en Lucha. Esta llamó a las 17,50 horas del domingo a los servicio de urgencias 112 y 061 para recabar asistencia sanitaria en las viviendas de Fres Molinero.  

Así consta en el diario de incidencias del Servicio 112. «En torno a seis menos diez de la tarde [del pasado domingo, 28 de junio] se recibió una petición de asistencia en dependencias de una finca situada en la carretera del Arrayán, por una mujer desvanecida, con fiebre y dolor torácico en las viviendas de mujeres marroquíes. Llamó una mujer, que no estaba con ellas y que no era de la empresa. Esta nos facilitó el número de teléfono de la enferma. Se desplazó una ambulancia del 061 y fue atendida en la propia finca, no siendo necesario su traslado a un hospital».

Según algunos testimonios obtenidos de las trabajadoras marroquíes de Fres Molinero por los colectivos Jornaleras de Huelva en Lucha y Mujeres 24 H., la empresa fresera les ha venido cobrando 100 euros mensuales en concepto de alquiler y gastos de la vivienda. Este cobro, empero, es negado rotundamente por el «único portavoz autorizado» de Fres Molinero.

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El abogado Álvarez asevera que las temporeras son acogidas de forma gratuita y que la empresa cumple escrupulosamente «todas las exigencias legales de la contratación en origen». Es más, el portavoz de la empresa destaca que, a pesar de que las mujeres ya han finalizado sus contratos, y con motivo del cierre de las fronteras marroquíes a causa de la pandemia de COVID-19, «estamos dando alojamiento gratis a más de 200 personas sin trabajo. Sin trabajo», reitera Antonio Álvarez. «Le puedo garantizar que no se incumple absolutamente nada por parte de la empresa. Es más, la obligación que están cubriendo [los propietarios de Fres Molinero] va mucho más allá de la obligación legal. Son personas que están cubriendo una obligación moral».

¿FIN DE CONTRATO?

El ANEXO IX de la Orden Gecco 2020 (punto 8 de las CONDICIONES GENERALES) no deja lugar lugar a dudas a este respecto. «El derecho de uso del alojamiento por el trabajador se limita a la duración del contrato, solo ampliable a los 3 días siguientes a la fecha de finalización de la actividad, de común acuerdo, según lo establecido en el contrato, y previa liquidación de salarios«. El portavoz autorizado de Fres Molinero sostiene que los contratos están finalizados al haber finalizado la campaña de frutos rojos.

Así lo afirmaba también este lunes a esta revista una persona del «departamento de administración» de la empresa. Quede informado el lector que el letrado Álvarez ha advertido a esta revista de que es una persona «no autorizada» para hablar en nombre de Fres Molinero, pero lo cierto es que esta confirma que la actividad finalizó el pasado 14 de junio. Aunque precisa que las trabajadoras «aún están dadas de alta» [en la Seguridad Social], y que la empresa no ha liquidado los salarios en su totalidad.

Esto último consta también en los testimonios recabados por los colectivos Jornaleras de Huelva en Lucha y Mujeres 24 H. Las marroquinas entrevistadas se quejan de que la empresa les ha notificado la finalización del contrato, pero no les ha pagado los salarios pendientes. «El otro día les dimos un anticipo a las mujeres, y estamos todo el día dándoles dinero», asevera la persona no autorizada. Al ser preguntada por qué llama «anticipo» a salario devengado, es decir, por trabajo ya realizado, aclara que «no les estamos pagando la liquidación porque les estamos dando el dinero poco a poco. Porque si yo les doy todo el dinero ahora, cuando ellas se vayan ya no tienen dinero y después… ¿cómo lo hacemos?».

La fuente no autorizada también asegura que la situación de las temporeras marroquíes «la tenemos en manos de un abogado porque hay mujeres que se quieren ir, pero no se pueden ir, y aquí tenemos todos los días follones». A este respecto, la misma persona añade que «hoy mismo [por ayer lunes] hemos estado hablando con Asaja para ver si se pueden ir, porque hay dos compañeras que se quieren ir y les hemos dicho que no se pueden ir, y que si se van son ilegales. Ya no sabemos cómo decírselo», añade. «Tome nota del número del abogado, se llama Antonio Álvarez», finaliza.

<em><strong>Investigación de Mujeres 24 H.</strong></em>

No hay ninguna descripción de la foto disponible.La situación que están viviendo en la empresa Fres Molinero las mujeres marroquíes contratadas en origen, fue conocida a través de una serie de entrevistas realizadas por activistas del colectivo onubense Mujeres 24 H., que, con el apoyo apoyo de profesionales y especialistas del ámbito universitario, viene desarrollando una extensa investigación sobre vulneraciones de derechos fundamentales y laborales en explotaciones de frutos rojos de la provincia de Huelva.

La investigación realizada por Mujeres 24 H. se basa en testimonios recogidos -con la ayuda de una intérprete contratada ex profeso para este trabajo de campo- directamente de mujeres marroquíes contratadas en origen para la campaña agrícola que acaba de finalizar. Está estructurada según la gravedad de las vulneraciones de derechos relatadas por las propias mujeres entrevistadas, y el grado de incidencia y reiteración en el sector de los frutos rojos onubenses.

Como en años anteriores, se repiten relatos que van desde incumplimientos básicos del contrato firmado en origen (falta de actividad de continuada, excesos de horas extraordinarias pagadas por debajo de lo establecido en convenio o ausencia de días de descanso remunerado, entre otras) hasta situaciones graves como limitaciones de la libertad deambulatoria o vulneraciones del "derecho a una vida digna". Durante la investigación también se han tenido conocimiento de casos de acoso sexual, y agresiones físicas. Y muchos de los testimonios recogidos se quejan de falta de apoyo por parte de las Administraciones Públicas o de las entidades designadas por estas para asesorar y atender las necesidades de las marroquinas.

El estudio será presentado, previsiblemente, después del verano, aunque un adelanto ha sido ya puesto en conocimiento de diversas entidades y organismos, entre ellas la Subdelegación del Gobierno en Huelva. El objetivo de Mujeres 24 H. es que el documento final sea el punto de partida para un completo programa de actividades y reivindicaciones que ponga sobre la mesa de las Administraciones Públicas, organizaciones empresariales, sindicatos y colectivos sociales, la urgencia de abrir un necesario debate sobre la realidad ignorada de miles de mujeres marroquíes que hacen posible el éxito de la industria fresera onubense, y que son contratadas en origen al amparo de leyes y normativas que no se cumplen en su totalidad.


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