A Cortés se le calienta la boca y pierde los papeles

  • El candidato al Congreso por el PP asegura que Pedro Sánchez ha pactado con «asesinos, criminales, violadores y pederastas» derogar la prisión permanente revisable.

  • La medida según el popular onubense supondrá que «1.600» asesinos  queden en libertad.

  • En España sólo hay cinco condenados a dicha pena

El cabeza de lista del PP de Huelva al Congreso de los Diputados, Juan José Cortés, se sumó ayer a lista de exabruptos con los que los populares tratan de relacionar al presidente del Gobierno con oscuras tramas para hacer concesiones al margen del ordenamiento constitucional a secesionistas catalanes y vascos. A estos últimos a través de Bildu, fuerza a la que el PP atribuye, hoy, lazos con la extinta banda terrorista ETA.

En esa escalada verbal de acusaciones contra el presidente del Gobierno, al que Pablo Casado ha llegado a llamar «traidor», porque los dos diputados de la izquierda radical vasca no votaron en contra de ratificar los últimos Reales Decretos aprobados por el ejecutivo socialista. Según la lógica casadista, si Sánchez sabía que los parlamentarios de Bildu iban a apoyar sus decretos, el presidente debería renunciar a ellos; a decretarlos y a ponerlos en práctica. Para el PP, por poner un ejemplo, es preferible que miles de parados de larga duración mayores de 52 años permanezcan sin recibir algún tipo de ayuda, tanto económica como destinada a mejorar su situación como cotizantes a la Seguridad Social, porque la medida vendría bendecida por «manos manchadas de sangre». Casado y los suyos aseguran, además, que tras el apoyo de Bildu se esconden pactos para satisfacer a «los amigos de los terroristas».

Lo que no ha explicado Pablo Casado a los españoles es por qué el Partido Popular está en contra de esa medida del Gobierno. O por qué el anterior Ejecutivo de su partido decidió quitar a los parados mayores de 52 años ese subsidio en un momento de crisis en el que los españoles de esa edad más necesitaban el amparo de su Estado. Para el líder popular es más importante vincular al PSOE de Pedro Sánchez con una banda terrorista que ya no existe, y que tantas y dolorosas muertes produjo en las filas socialistas, que explicar el modelo de Estado Social y de Derecho que propone a los votantes.

Y en esa llegó Cortés. Al pastor evangelista cuya hija fue asesinada – y al que Casado ha decidido convertir en diputado- se le ha calentado la boca queriendo emular a su líder en un acto de campaña electoral en Toledo, y ha asegurado que Pedro Sánchez «tiene un pacto firmado con los independentistas y los terroristas», sin citar a qué terroristas se refiere. Cabe recordar que en la actualidad la única amenaza terrorista en España proviene de movimientos radicales inspirados en el yihadismo.

Pero Cortés no se quedó ahí. También acusó al presidente de Gobierno de «sentarse a la mesa» no sólo con «este tipo de partidos».  El fichaje estrella de Casado puso sillas en esa mesa a «asesinos, criminales, violadores y pederastas». Cortés no dio nombres, y se limitó a dejar la acusación para los titulares de prensa.

Según el candidato popular onubense, Pedro Sánchez pretenderá «intentar dejar salir a la calle» a «1.600 asesinos» sio gana las elecciones. La fórmula será la de derogar la conocida como prisión permanente revisable. Tal vez por eso la cifra de 1.600 sorprende, ya que en España, en la actualidad, sólo hay cinco reos condenados a dicha pena.

Cortés parece querer responsabilizar al Gobierno de Pedro Sánchez de que haya asesinos que salgan de prisión, bien por haber cumplido sus penas, bien por obtener beneficios penitenciarios. En cualquier caso, la última reforma del Código Penal fue promovida y aprobada por la mayoría absoluta del PP durante la XI Legislatura, aunque el pastor evangelista de Huelva capital no dude achacarle el pecado al actual inquilino de La Moncloa.

Se desconoce si Juan José Cortes seguía en Toledo un guión escrito en la calle Génova, o simplemente quiso hacerse el alumno aventajado de Pablo Casado. Poco importa, ya que, sin duda, el onubense aprobó con nota en la capital manchega el «examen de miserabilidad» que el nuevo PP de Casado parece haber impuesto a sus candidatos y candidatas.

El líder de la principal fuerza parlamentaria de este país silencia sus propias propuestas con su desaforada y ridícula violencia verbal. Lo hay que dilucidar si es torpeza, simple mala baba… o estrategia.

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